Mercado Lo Valledor demostró ser un ejemplo en la región, luego de la videoconferencia que realizara la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, en conjunto con la Federación Latinoamericana de Mercados de Abastos, FLAMA, contando la realidad que han vivido los distintos mercados de la región frente a la pandemia y su normal funcionamiento.
Gonzalo Bravo, Administrador General de Lo Valledor, detalló las medidas que el mercado ha adoptado desde el inicio de la pandemia, destacando la creación del comité COVID 19 y la mesa de trabajo con el Ministerio de Agricultura, MINAGRI.
“Como privados tuvimos el respaldo del gobierno y la responsabilidad de seguir alimentando Chile. Fuimos la primera línea que siguió trabajando. Muchos murieron en su labor de seguir abasteciendo al país. Nuestra memoria y eterno agradecimiento a aquellos agricultores”, sentenció Bravo al finalizar la reunión, marcando una clara distancia con los demás mercados de Latinoamérica, que se han visto perjudicados por malas decisiones políticas y administrativas en su funcionamiento.
En la ocasión estuvieron presentes representantes de Uruguay, México, Argentina y Brasil, contando sus experiencias, destacando la difícil situación de Argentina por el cierre total de los mercados y trabajos en los campos, debido a la estricta cuarentena impuesta por el gobierno.
CASO ARGENTINA
De acurdo al IICA, Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, en el panorama general, el distanciamiento social y la prohibición de la mayoría de las actividades de industria, comercio, servicios y construcción están teniendo efectos graves sobre el desempeño de esos sectores, a los que se añade el de la economía informal, de la que dependen decenas de miles de personas. Si bien los datos estadísticos actualizados aún no están disponibles, hay actividades cuya caída es del 100%. Para el futuro cercano, los pronósticos del Banco Mundial2 estimaban una caída del 5,2% en el PBI de la Argentina en 2020, y las estimaciones de CEPAL, presentadas días después, llegaban a un descenso del 6,5%3. El desempleo está creciendo extraordinariamente, y en consecuencia hay una gran caída de ingresos y aumento de la vulnerabilidad de amplios sectores de la sociedad.
CASO BRASIL
La agricultura es el único sector que resistió al impacto de la pandemia de coronavirus en Brasil y debería atenuar una recesión récord este año, gracias a la soja y la ganadería impulsadas por las exportaciones.
El PIB brasileño se contrajo 1,5% en el primer trimestre del año respecto al trimestre anterior, lastrado por la industria (-1,4%) y los servicios (-1,6%), en tanto que la agricultura creció 0,6%.
CASO PERÚ
Perú apoya a los pequeños agricultores con bonos solidarios para asegurar que ellos y sus familias se mantengan ANTE LA REDUCCIÓN DE LA DEMANDA DE SUS PRODUCTOS. Además, ha implementado mercados itinerantes para sostener el abastecimiento, mientras que para las exportaciones se apoya en la logística de la fuerza pública.
CASO COLOMBIA Y BOLIVIA
En Colombia se toman las medidas necesarias para que el abastecimiento sea normal, pese a que las variaciones de la demanda de productos perecibles se han hecho visibles, en tanto que en Bolivia trabajan con ferias móviles de productos perecederos logrando que la población esté abastecida.
CASO MEXICO
México planteó políticas para asegurar que las cadenas agroalimentarias estén fortalecidas; mantener alianzas con la agroindustria y sus esquemas de comercio internacional. Consideró imprescindible precautelar la integridad de los trabajadores agropecuarios garantizando sus salarios, sus traslados y sanitización. La agricultura de este país se apoya en medidas fito y zoo sanitarias para garantizar la inocuidad de los alimentos en el mercado interno y la exportación. Compartirá su documento “Medidas para garantizar la producción y el abasto de alimentos”.
CASO ECUADOR
Ecuador consideró importante cuidar la economía de productores y consumidores, para lo que monitorea la información de abastecimiento, y precautela una adecuada comercialización directa reduciendo niveles de intermediación, sobretodo, para la agricultura familiar campesina.