Fundación Banco de Alimentos de Lo Valledor benefició a más de 23.000 personas

De acuerdo a la memoria recién publicada, la Fundación entregó 929,6 toneladas de alimentos a más de 80 organizaciones sociales de la Región Metropolitana, inscritas en sus registros.

En los últimos seis años, ha superado las 4.442 toneladas distribuidas, gracias al compromiso de locatarios y comerciantes del Mercado Mayorista Lo Valledor.

Fundada en 2019 al alero del Mercado Mayorista Lo Valledor (MMLV), la Fundación Banco de Alimentos nació para rescatar alimentos aptos para su consumo —pero sin valor comercial— entregándoselos en forma gratuita a personas y comunidades en situación de vulnerabilidad, promoviendo economía circular y seguridad alimentaria.

De acuerdo con su recién publicada memoria, durante 2024, el Banco de Alimentos Lo Valledor benefició a más de 23.000 personas a través de más de 80 instituciones (hogares de adultos mayores y de niños, albergues, comedores y ollas comunes, entre otras), logrando 929,6 toneladas de productos recuperados y entregados de manera gratuita. En el último sexenio, la cifra acumulada supera 4.442 toneladas, un indicador del crecimiento e impacto de la iniciativa.

“Este proyecto existe gracias a la generosidad diaria de nuestros locatarios y comerciantes. Ellos son el corazón de esta “cadena solidaria”, destacan desde Banco de Alimentos, subrayando que la operación se centra en inocuidad, trazabilidad y eficiencia en la entrega.

La Fundación -que opera dentro del MMLV-  cuenta con dos cámaras de frío de 25 m y dos bodegas. Para la entrega a las organizaciones beneficiadas, se les asigna un día y hora para que realicen el retiro programado de los productos.

Impacto social

Más allá de las cifras, el efecto es concreto, más raciones, mejores menús y alivio presupuestario para instituciones que atienden a personas en situación de vulnerabilidad. Además, el acceso regular a frutas, y hortalizas frescas, explican desde la Fundación, permite subir la calidad nutricional (más micronutrientes, menos ultraprocesados) y fortaleciendo la salud de sus beneficiarios.

Para mantener el estándar de los productos, la Fundación acompaña a las organizaciones beneficiadas con capacitaciones básicas que realizan alumnos de pregrado de las universidades con las cuales la Fundación mantiene convenios de cooperación, en materias tales como adecuada manipulación y conservación de los alimentos, inocuidad, entre otras,  para evitar mermas y activa su red en contingencias (clima, alzas de precios) para responder con rapidez. Al evitar que alimentos aptos terminen en relleno sanitario, también se reduce el desperdicio y la huella ambiental, fortaleciendo una cultura de prevención que nace en los puestos de venta y termina en la mesa de quienes más lo necesitan. Todo lo anterior es también parte de los lineamientos estratégicos de sostenibilidad MMLV que se visibilizan en otros ámbitos como, por ejemplo, la entrega para alimento animal, de hojas y descartes de frutas y verduras a crianceros en zonas de sequía.

 

Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos.

Esta fecha invita a gobiernos, empresas y comunidades a prevenir las pérdidas y el desperdicio a lo largo de toda la cadena alimentaria, alineados con la meta global de reducir a la mitad el desperdicio hacia 2030. En el MMLV, este llamado se vuelve práctica cotidiana a través del Banco de Alimentos al promover una economía circular con impacto humano y ambiental.

Un ejemplo concreto: el Proyecto Sopa, que  junto a la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), transforma tallos y hojas que usualmente se descartan (brócoli, betarraga, apio, tomate) en dos sopas nutritivas —verde y roja— validadas por la academia. El desarrollo de este proyecto, financiado a través de distintos fondos concursables, ha permitido extender su vida útil a 30 días bajo refrigeración.

 

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